Ayer saltó la noticia de la creación de un Centro de Gestión de Multas en León, vamos, un Gran Hermano de las multas. Ante todo he de decir que nos debemos congratular de que la administración se modernice y utilice las nuevas tecnologías para mejorar sus procesos y ser mucho más ágil. Lo que ocurre es que la noticia deja unos cuantos puntos sin aclarar.
La agilización de los procesos administrativos siempre es positiva, pero ¿por qué solo los procedimientos sancionadores? Parece cuando menos curioso que en 8 meses la gestión de multas sea ultra rápida y ultra eficaz pero si quieres renovar el carné tardes 3 meses o si quieres cambiar la dirección de un vehículo te tires toda una mañana, robada a tu trabajo, haciendo cola en la Jefatura Provincial de Tráfico. Ya digo, curioso.
Supongo que el nuevo centro de gestión de multas debe costar miles de euros, pero me surge la pregunta de si incidirá directamente en la reducción de la accidentalidad. A lo mejor un incremento notable de los recursos destinados a la mejora de las infraestructuras pueda ser más determinante para disminuir el número de accidentes.
Paralelamente a la creación de este gran hermano de multas se anunciaba la implantación de un gran número de radares hasta llegar a la cifra de 500 a finales del 2007. Lo que no se especificaba es su ubicación. Hace relativamente poco tiempo salio un informe del RACE, creo recordar, que indicaba que según un estudio realizado sólo el 13% de los radares fijos se encontraba en algún tramo de carretera de alta siniestralidad. Y el resto, ¿dónde están? ¿en tramos rectos de autovías?.
Parece que la dirección de Tráfico tiene una especial fijación en la velocidad. Una reflexión freudiana nos diría que en algún momento de su niñez no superó alguna fase sexual y que de adulto tiene problemas de eyaculación precoz. Pero lo que no acaban de explicar los dirigentes es que no es lo mismo la velocidad alta que la velocidad inadecuada. Porque es más seguro viajar a 150 kms/h en una autopista que circular a 70 kms por una calle. Porque el conductor debe adecuar su velocidad a las condiciones de la vía, del tráfico y meteorológicas. Para demostrar este punto simplemente señalo que en Alemania no tienen límite de velocidad en sus autopistas y su nivel de accidentalidad es bastante más bajo que el nuestro.
Siguiendo con el ejemplo Alemán, sus infraestructuras son mucho mejores que las nuestras y su parque de automóviles más moderno que el español. Por qué no se fomenta la renovación de los coches con algún programa realmente eficaz como por ejemplo eliminando el impuesto de matriculación.
Me dejo para el final el que considero el apartado más importante, la educación. Cuando todo el mundo político discute sobre la asignatura de religión, me da por rezar porque todavía la educación vial no es obligatoria en el sistema educativo español. Solo a través del aprendizaje y de la educación dejaremos de convertirnos en australopitecus cuando nos sentamos al volante.
Creo que todos estamos de acuerdo en que el problema de los accidentes de tráfico es muy complejo, que es una lacra de esta sociedad y que se debería atacar desde muchos más puntos de vista que el represivo. Pero como curiosidad y para pasar la mañana, dime, estimado lector, donde has encontrado un radar en un tramo recto de autovía. Yo en la A-3 a la altura de Rivas, justo después de una curva pronunciada y con eliminación de un carril, repito después. Ah, se me olvidaba, también, en la AP-2, dirección Barcelona, a la altura de Les Borges Blanques, pero no es autovía, es autopista de peaje.
miércoles, 28 de febrero de 2007
martes, 27 de febrero de 2007
NI CONTIGO NI SIN TI
Nuestra relación comenzó como lo hacen estas cosas, con una mirada. Nuestros ojos se cruzaron, se mantuvieron fijos un instante y supimos que lo nuestro sería para toda la vida.
Poco a poco nos fuimos conociendo y eso llevo anexados ciertos ajustes. Me costaba adaptarme a sus costumbres, a sus horarios, incluso a su régimen de alimentación. Supongo que ella también penó lo suyo con mi carácter, mis cambios de humor y mi afán perfeccionista.
Tuvimos épocas de no soportarnos. Cada uno lo expresaba de una forma diferente pero estar juntos suponía un suplicio para nuestro entorno. Lo reconozco, lloramos mucho. Mucho. Ella probablemente más que yo, pero a mi me afectaba más psicológicamente.
El tiempo y la costumbre hicieron que fuéramos engranándonos poco a poco. También ayudaron las visitas a las urgencias del hospital con ella. Rezaba a Dios para que todos sus males los sufriera yo elevados a la décima potencia.
Ella comenzó a madurar y yo a infantizarme. Cada vez compartíamos más cosas, cada vez disfrutábamos más estando juntos. De hecho, a veces cuesta distinguir quién de los dos es el de mayor edad. Hoy, aún con alguna discrepancia, nos queremos mucho. Mucho. Quizás ella pueda vivir sin mi, y así debe ser, pero yo sin ella me muero.
Te quiero hija mía.
viernes, 23 de febrero de 2007
PRINCIPIANDO
Bienvenid@ mariner@
Por azar o porque así lo has querido, has amerizado en este blog, así que GRACIAS.
La estructura del blog ya está preparada, a falta de unos retoques (reparar el bauprés y algunas vergas, que en Trafalgar nos dieron lo nuestro) pero que no nos impedirán zarpar en breve, por mucho que sintamos abandonar la ría de Vigo. De todas formas seamos pacientes y esperemos que la marea nos sea favorable para hacernos a la mar cibernética.
Salud y viento favorable.
Benvido mariñeiro/a!!
Ben por azar ou porque así o queres, amerizaches neste blog, moitas gracias.
A estructura do blog xa está lista, a falta duns pequenos retoques ( repara-lo "bauprés" e algunhas "vergas", que en Trafalgar derónnos o noso), mais non nos impediran zarpar coa maior brevedade, por moito que nos doa deixa-la ría de Vigo. Aínda así sexamos pacentes e agardemos a que a marexa nos sexa favorable para facernos ó mar cibérnito.
Saúde e vento amodiño!!
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