el convidado de enfrente, que se preciaba de trinchador, se había encargado de hacer la autopsia de un capón, o sea gallo, que esto nunca se supo; fuese por la edad avanzada de la víctima, fuese por los ningunos conocimientos anatómicos del victimario, jamás parecieron las coyunturas
2 comentarios:
¡¡buen chiste!! je,je,...
Como no veo correo alguno, y te he recordado, te escribo aquí.
Pese a las dos anteriores entradas de comentarios, mercenarias ellas.
Saludos: PAQUITA
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