sábado, 16 de enero de 2010

PESADILLAS

Hoy es sábado, 16 de enero de 2010, son las 9 de la noche y estoy leyendo el periódico EL PAÍS. Empiezo por el final, como hago siempre, pero esta vez no es por costumbre, sino porque no me puedo enfrentar a la tragedia de Haití, pero "la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida": en la contraportada del periódico aparece un artículo de Manuel Rivas, titulado "Pesadillas". Lo transcribo:

PESADILLAS

Manuel Rivas.
El País, 16.01.10

Me gustaría constatar que ya no existen las dos Españas de las que hablaba Antonio Machado en la célebre copla. La voluntad del optimismo parece fundamentada por este largo periodo de mayoritaria convivencia democrática. Pero hay días en que la realidad se levanta encabronada y zombi y te aplasta con una sarta de pesadillas. Días en que la opinión conservadora, que no conservacionista, arremete contra un ecologista español, Juan López de Uralde, que tuvo el coraje de encarnar la honra de la humanidad en la frustrante Cumbre del Clima. Un misterio: ¿por qué la derecha se desentiende de la causa ecológica e incluso se burla de ella con facunda ignorancia? Otra pesadilla española es el caso de los dos periodistas de la SER condenados a prisión e inhabilitación profesional por un juez (sic) que reconoce que la información era contrastada, veraz y de interés social. Tal vez el paradójico magistrado entiende, de acuerdo con la tradición, que para el buen periodismo no hay mejor premio que unos grilletes y una temporada en galera. El terrorífico remate es el anuncio de la sala de lo penal del Tribunal Supremo de que admite a trámite una querella de Falange contra Baltasar Garzón por haberse atrevido a investigar los crímenes del fascismo español en la dictadura. ¿A qué tribunal puedes acudir cuando te han helado el corazón? Ahora entiendo lo que en realidad quiso decir el obispo Munilla cuando, preguntado por la tragedia de Haití, pidió "llorar por nuestra situación espiritual". Él también estaba pensando en el ecologista, los periodistas, Garzón y Antonio Machado. Por cierto, la Autónoma de Madrid prepara un homenaje póstumo para que se le rehabilite como catedrático. El poeta fue expulsado de la docencia dos años después de haber muerto en el exilio con la única propiedad de un verso en el bolsillo: "Estos días azules y este sol de la infancia". Que Dios nos perdone.

Tras su lectura, al instante me vienen a la mente unas antiguas canciones que hacía tiempo tenía olvidadas y que ahora he recuperado en mi mp4 (¿Dónde estarán mis vinilos? ¡Cuánto vamos perdiendo en el transcurso de la vida!). Sigo con las transcripciones en el orden en el que me vienen a la mente:

EL PUEBLO UNIDO JAMÁS SERÁ VENCIDO
Quilapayún.

El pueblo unido, jamás será vencido,
el pueblo unido jamás será vencido...
De pie, cantar
que vamos a triunfar.
Avanzan ya
banderas de unidad.
Y tú vendrás
marchando junto a mí
y así verás
tu canto y tu bandera florecer.
La luz
de un rojo amanecer
anuncia ya
la vida que vendrá.
De pie, luchar
el pueblo va a triunfar.
Será mejor
la vida que vendrá
a conquistar
nuestra felicidad
y en un clamor
mil voces de combate se alzarán,
dirán
canción de libertad,
con decisión
la patria vencerá.
Y ahora el pueblo
que se alza en la lucha
con voz de gigante
gritando: ¡adelante!
El pueblo unido, jamás será vencido,
el pueblo unido jamás será vencido...
La patria está
forjando la unidad.
De norte a sur
se movilizará
desde el salar
ardiente y mineral
al bosque austral
unidos en la lucha y el trabajo
irán,
la patria cubrirán.
Su paso ya
anuncia el porvenir.
De pie, cantar
el pueblo va a triunfar.
Millones ya,
imponen la verdad,
de acero son
ardiente batallón,
sus manos van
llevando la justicia y la razón.
Mujer,
con fuego y con valor,
ya estás aquí
junto al trabajador.
Y ahora el pueblo
que se alza en la lucha
con voz de gigante
gritando: ¡adelante!
El pueblo unido, jamás será vencido,
el pueblo unido jamás será vencido...

¡Esas fiestas del PCE donde fui tan feliz!

PARA LA LIBERTAD
Miguel Hernández. "El hombre acecha", (1938-39)
Canta Joan Manuel Serrat.

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.
Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.

Este año 2010 se celebra el centenario del nacimiento del poeta. Intentemos hacerle un homenaje leyendo alguno de sus poemas o escuchando el disco que Serrat le dedicó.

PAPÁ CUÉNTAME OTRA VEZ
Ismael Serrano (Letra y Música).

Papá cuéntame otra vez ese cuento tan bonito
de gendarmes y fascistas, y estudiantes con flequillo,
y dulce guerrilla urbana en pantalones de campana,
y canciones de los Rolling, y niñas en minifalda.
Papá cuéntame otra vez todo lo que os divertisteis
estropeando la vejez a oxidados dictadores,
y cómo cantaste Al Vent y ocupasteis la Sorbona
en aquel mayo francés en los días de vino y rosas.
Papá cuéntame otra vez esa historia tan bonita
de aquel guerrillero loco que mataron en Bolivia,
y cuyo fusil ya nadie se atrevió a tomar de nuevo,
y como desde aquel día todo parece más feo.
Papá cuéntame otra vez que tras tanta barricada
y tras tanto puño en alto y tanta sangre derramada,
al final de la partida no pudisteis hacer nada,
y bajo los adoquines no había arena de playa.
Fue muy dura la derrota: todo lo que se soñaba
se pudrió en los rincones, se cubrió de telarañas,
y ya nadie canta Al Vent, ya no hay locos ya no hay parias,
pero tiene que llover aún sigue sucia la plaza.
Queda lejos aquel mayo, queda lejos Saint Denis,
que lejos queda Jean Paul Sartre, muy lejos aquel París,
sin embargo a veces pienso que al final todo dio igual:
las ostias siguen cayendo sobre quien habla de más.
Y siguen los mismos muertos podridos de crueldad.
Ahora mueren en Bosnia los que morían en Vietnam.
Ahora mueren en Bosnia los que morían en Vietnam.
Ahora mueren en Bosnia los que morían en Vietnam.

Esta canción siempre me hace llorar porque me recuerda mis ansias juveniles de revolución y libertad, ¿dónde estarán ahora? ¿se me han perdido por el camino?.

A CÁNTAROS
Pablo Guerrero (Letra y Música)

Tú y yo, muchacha, estamos hechos de nubes
pero ¿quién nos ata?
Dame la mano y vamos a sentarnos
bajo cualquier estatua
que es tiempo de vivir y de soñar y de creer
que tiene que llover
a cántaros.
Estamos amasados con libertad, muchacha,
pero ¿quién nos ata?
Tu en tu barro dispuesto, elegido tu sitio,
preparada tu marcha.
Hay que doler de la vida hasta creer
que tiene que llover
a cántaros.
Ellos seguirán dormidos
en sus cuentas corrientes de seguridad.
Planearán vender la muerte y la paz.
¿Le pongo diez metros, en cómodos plazos, de felicidad?
Pero tú y yo sabemos que hay señales que anuncian
que la siesta se acaba
y que una lluvia fuerte, sin bioencimas, claro,
limpiará nuestra casa.
Hay que doler de la vida, hasta creer,
que tiene que llover
a cántaros.

Al contrario que la canción anterior, ésta me da ánimos y pienso que todavía podemos recuperar las esperanzas perdidas, que todavía podemos tener una España libre, igualitaria, fraternal, donde no rechacemos al extranjero y LAICA de una puta vez. Esto me recuerda otra de las canciones (la transcribo en el original catalán y luego la traducción en castellano):

L’ESTACA
Lluís Llach (Letra y Música).

L'avi Siset em parlava
de bon matí al portal
mentre el Sol esperàvem
i els carros vèiem passar.

Siset que no veus l'estaca
a on estem tots lligats?
Si no podem desfer-nos-en
mai no podrem caminar!

Si estirem tots ella caurà
i molt de temps no pot durar,
segur que tomba,
tomba, tomba,
ben corcada deu ser ja.

Si tu l'estires fort per aquí,
i jo l'estiro fort per allà
segur que tomba,
tomba, tomba,
i ens podrem alliberar.

Però Siset fa molt temps ja,
les mans se'm van escorxant,
i quan la força se me'n va
ella és més ampla i més gran.
Ben cert sé que està podrida
però és que Siset pesa tant,
que a cops la força m'oblida.
Torna'm a dir el seu cant!

Lavi Siset ja no diu res,
mal vent que se l'emportà,
ell qui sap a quin indret
i jo a sota el portal.
I mentre passen els nous vailets
estiro el coll per cantar
el darrer cant que en Siset
el darrer que van ensenyar.

(El viejo Siset me hablaba
al amanecer, en el portal,
mientras esperábamos
la salida del sol
y veíamos pasar los carros.
Siset: ¿No ves la estaca
a la que estamos todos atados?
Si no conseguimos
liberarnos de ella
nunca podremos andar.
Si tiramos fuerte, la haremos caer.
Ya no puede durar mucho tiempo.
Seguro que cae, cae, cae,
pues debe estar ya bien podrida.
Si yo tiro fuerte por aquí,
y tú tiras fuerte por allí,
seguro que cae, cae, cae,
y podremos liberarnos.
¡ Pero, ha pasado tanto tiempo así !
Las manos se me están desollando,
y en cuanto abandono un instante,
se hace más gruesa y más grande.

Y ahora, un poco de "politiqueo militante": dentro de un año tenemos elecciones autonómicas en Madrid. Yo me pregunto: ¿lloverá a cántaros y se limpiarán las calles?. La respuesta creo que está en la canción de Lluís Llach: si todos nos juntamos y tiramos fuerte conseguiremos hacer caer la "estaca" que ahora nos gobierna. Hemos llegado al fondo del pozo, si esto no cambia, seguiremos hundiéndonos. Los madrileños nos meceremos algo mejor, ¿no creéis?

La última canción para el recuerdo:

COPLAS PARA LA DEFENSA DE MADRID

Puente de los Franceses
mamita mía, nadie te pasa,
porque los milicianos,
mamita mía,
que bien te guardan.
Por la Casa de Campo
mamita mía y el Manzanares
quieren pasar los moros,
mamita mía,
no pasa nadie.
Madrid, que bien resistes
mamita mía, los bombardeos.
De las bombas se ríen,
mamita mía,
los madrileños.


(Felicidad)