martes, 8 de marzo de 2011

SIETE FALACIAS CONTRA LOS 110

En orden de aparición en cualquier tertulia de la TDT.

1. “No ahorra nada”. Los técnicos del Instituto de Ahorro de Energía IDAE han calculado un 3% menos en la factura del petróleo (los técnicos: no los políticos ni los expertos de bar). Son 18 millones de barriles: 1.400 millones de euros, si el crudo no sube más.

2. “El Estado no es quién para obligarme a ahorrar”. Pero el problema no es el gasto de cada uno, sino el déficit comercial de toda la economía con el exterior.

3. “Es una idea improvisada”. Las revueltas árabes eran difíciles de pronosticar, pero la medida no es nueva. Industria también la planteó en 2008. Incluso Aznar, ya en 1998, legisló la posibilidad de bajar la velocidad máxima para ahorrar combustible. El PP no criticó entonces que fuese una respuesta inútil o prohibicionista.

4. “Es una medida soviética”. Pues la inventó el presidente estadounidense Richard Nixon, en 1974. En EEUU, la velocidad máxima fue de 90 hasta 1987. Aún hoy en muchos estados, como California, se circula a 110.

5. “Es para recaudar más multas”. El ahorro en combustible también supone unos 1.400 millones de euros menos en impuestos. Las multas son 400 millones, así que, para ser una medida recaudatoria, las multas se tendrían que cuadruplicar. Además, incumplir la ley es opcional: el Estado no obliga a nadie a correr más.

6. “Nadie lo va a cumplir”. Lo mismo se decía de la ley del tabaco, y ya ven hoy.

7. “Se queda corta”. Estaría bien escuchar más propuestas, pero en esto les doy la razón a los críticos con los 110. También en otra cosa más: cuesta encontrar otra medida del Gobierno más impopular y que se haya explicado peor.

Ignacio Escolar, "Público", 08.03.11

3 comentarios:

Elena dijo...

ayysss...qué largos se nos van a hacer los viajes, pero bueno, son lentejas ¿no?...

Larrey dijo...

Yo no lo voy a notar, hace años que mi velocidad es la de 120 y no voy a cambiarla, si me cae alguna multa en estos meses lo daré por bueno.

Dudu dijo...

Evidentemente algo ahorrará, pero parece una improvisación cuando no existe ningún plan global de ahorro energético, cuando se considera adecuado eliminar el 50% de la iluminación de las carreteras (poniendo en peligro la seguridad vial puesto que donde hay iluminación es en los puntos conflictivos de las carreteras, nudos de enlace, etc.), cuando el único fomento del transporte público sea bajar el precio de cercanías un 5%. Asi que me seguirá pareciendo "el chocolate del loro" mientras cada mañana 4 millones de coches atascan las entradas y las calles de la ciudad en la que trabajo.
Por otra parte tenía parte de razón Fernando Alonso. A 110 kms/h por autopista, la mayor parte de conductores se relaja. Asi que lo siento mucho pero cuando viaje en carretera, en "terminus vulgaris" me la suda, iré a la misma velocidad de siempre.