Mejor quererse así:
decir te quiero porque estás conmigo,
sin darnos importancia,
sin cupidos ni dioses ni otras muertes,
reconociendo errores de medidas,
que seas tú mi ángel de la guardia
y yo el tuyo; debemos comprender
que esto es un afán más que un destino
y el tiempo una herida que se lame
sin hacer sacrificios cada día.
De RAMÓN PÉREZ PAREJO.
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