lunes, 2 de febrero de 2009

LUNES


TEXTOS DE OTROS:


¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo?

Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro, que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a si mismo, sino a otro. Así como en la religión la actividad propia de la fantasía humana, de la mente y del corazón humanos, actúa sobre el individuo independientemente de él, es decir, como una actividad extraña, divina o diabólica, así también la actividad del trabajador no es su propia actividad. Pertenece a otro, es la pérdida de sí mismo.

Karl Marx.





CABALLO DE CARTON

Cada mañana bostezas,

amenazas al despertador

y te levantas gruñendo cuando todavía duerme el sol,

mínima tregua en el bar,

café con dos de azúcar y croissant,

el metro huele a podrido,

carne de cañón y soledad.


Tirso de Molina, Sol, Gran Vía, Tribunal,

¿Dónde queda tu oficina para irte a buscar?

Cuando la ciudad pinte sus labios de neón

subirás en mi caballo de cartón.

Me podrán robar tus días... tus noches no.


Que buena estás corazón,

cuando pasas grita el albañil

el obseso del vagón se toca mientras piensa en tí,

la voz de tu jefe brama "estas no son horas de llegar"

mientras tus manos archivan tu mente empieza a navegar.


Tirso de Molina, Sol, Gran Vía, Tribunal,

¿Dónde queda tu oficina para irte a buscar?

Cuando la ciudad pinte sus labios de neón

subirás en mi caballo de cartón.

Me podrán robar tus días... tus noches no.


Ambiguas horas que mezclan al borracho y al madrugador,

danza de trajes sin cuerpo al obsceno ritmo del vagón,

hace siglos que pensaron: "las cosas mañana irán mejor"

es pronto para el deseo y muy tarde para el amor.


Tirso de Molina, Sol, Gran Vía, Tribunal,

¿Dónde queda tu oficina para irte a buscar?

Cuando la ciudad pinte sus labios de neón subirás en mi caballo de cartón.

Me podrán robar tus días... tus noches no..


Joaquín Sabina

7 comentarios:

Elena dijo...

Sabina, para muchos un poeta, para mí....nunca entró por la puerta grande. Una y otra vez me dicen ¡escucha su letra! pero ni con esas. Le oigo un rato, después ya no más....y no dudo que de que sea grande, mueve masas. Ahora que "he leído la letra", me gusta la canción....tendré que poner más énfasis en escuchar cuando le ponemos de viaje en el coche. Un beso.

Vane dijo...

Qué profundo te has puesto hoy !
Si los que me conocen leyeran el texto de Marx dirían que lo he escrito yo jajaja. Yo siempre he preferido el trabajo en la administración en vez de en la empresa privada porque me hace sentir precisamente eso, que pierdes las horas de tu vida esclavizado para hacer ricos a otros. Que nada de ese trabajo te pertenece y lo malo son las empresas que encima te meten el espíritu corporativo en el cuerpo, y a mí me hace gracia (por no llorar) cuando oigo a algún primo o amigo decir : pues en ... (nombre de la empresa)..."hemos" conseguido esto, o "hemos" absorvido a otra empresa, etc. etc... Pero si la empresa no es suya ! estás trabajando como un negro y encima te hacen creer que eres importante para ellos cuando el día menos pensado te echan a la calle sin ningún tipo de miramiento.

Pero bueno, todo esto es lo que yo pienso en términos generales, y luego está el carácter de las personas. Mucha gente se siente muy realizada viviendo de esa manera y si ese camino te hace feliz pues bienvenido sea. Cada uno tiene que luchar por su felicidad, aunque también es bueno tener siempre los ojos bien abiertos y que nadie te doblegue.

También es verdad que hay empresas que tienen su corazoncito. La de Chema por ej. es tipo funcionarial, salen a las 3 de la tarde y nunca echan a nadie. Hace un par de años despidieron a uno y se lió tal pollo con los sindicatos que tuvieron que readmitirle ! Ese tipo de empresas molan mucho más, o las que son tuyas propias porque las ganancias al menos son para ti y los tuyos y no para un tío que no tiene nada que ver contigo.

Bueno, este ha sido siempre mi punto de vista porque en España todavía queda un largo camino por recorrer en el tema de las mejoras laborales y condiciones del trabajador. Si viviera en otro país quizá pensara de otra manera, como en algunos nórdicos donde trabajan menos horas, ganan más, y encima hay más igualdad porque los jefes no tienen despachos, ni privilegios como a la hora del parking, comidas...etc. sino que tienen un trato de igual a igual con el trabajador. En esos casos puedes ir más contento a la oficina cada día jejejeje.

Yo estuve trabajando en una financiera y acabé hasta los guevs, al final lo dejé y decidí dedicarme a mi familia, tener menos poder económico pero más calidad de vida, aprovechar que Chema sale pronto y estar todo el día con él y la que viene en camino, y ahora soy más feliz que una perdiz. Pero hay gente que prefiere llevar otro tipo de vida, o que tiene que hacerlo por narices para porder comer, así que al final todo se reduce a la personalidad/individualidad de cada uno.

Menuda charla que me he montado, ala, ya me callo de una vez. Por cierto, Sabina es uno de mis "poetas" preferidos ;-)

Vane dijo...

He publicado ahora mismo y acabo de ver que habían escrito antes que yo.
Elena, ahora te puedes pensar que lo de "poeta" lo he escrito como respuesta a tu mensaje, pero no es así, sólo ha sido una casualidad. Entiendo que haya gente que no le guste Sabina, porque tiene un estilo muy personal y a veces rarillo.
De verdad que no había leído antes tu mensaje, lo has publicado cuando yo estaba escribiendo el mío. Lo digo para que no haya malentendidos que a este paso me vas a coger una manía... ;-)

Elena dijo...

don't worry Vane.... yo creo que es la voz ronca la que no acaba de calarme....pero sí, es un poeta a su manera.

Vane dijo...

Sí, le pasa como a Bob Dylan, quien escribe unas letras increíbles y es un músico buenísimo pero luego voz, lo que se dice voz, no tiene mucha.

LARREY dijo...

todavía recuerdo aquel concierto de Sabina en el parque de atracciones con David Martínez...¿cuantos años teníamos?¿16?

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Vane, mucha voz no tiene pero.... las letras.... ¡y ese himno del Aleti!.

Felicidad