martes, 13 de enero de 2009

SUBRAYADO ¿SI O NO?


Subrayar o no subrayar, esta es la cuestión.

Un psicólogo probablemente establecería nexos de unión entre los diferentes rasgos de personalidad con la costumbre de subrayar. No creo que llegue a tanto pero sí es cierto que alguna conexión tendrá que tener con la personalidad de cada uno. Hay quien subraya compulsivamente, apretando con fuerza, aquello que quiere recordar. Para otros debería estar castigado con privación de libertad. Los hay que sólo utilizan puntitos para señalar, o quienes, siendo más extrovertidos, llenan los libros de flechas, líneas, círculos…Incluso hay quien anota sus propias reflexiones en los márgenes y utiliza el bolígrafo como medio de conversación con el escritor.

Esto que puede parecer superfluo, cobra vital importancia cuando un libro subrayado es prestado. Algunas personas no pueden, literalmente, leer un libro con anotaciones de otra mano distinta de la suya. Por otra parte, los introvertidos quizás nunca prestarían un libro con sus anotaciones, para no verse desnudos a los ojos de otros.

En fin, todo un mundo para el estudio psicológico; a tanto no pretendo llegar. Aún así ¿cuál es tu gusto en el tema de subrayar?

Para iniciar el debate me posiciono. Para mi resulta un sacrilegio subrayar un libro. Desde que dejé de usar libros de texto no he vuelto a hacerlo. Y tampoco me gusta leer un libro con anotaciones, aquello que sea interesante prefiero descubrirlo yo solito. Y para recordar aquello que me llama la atención utilizo post-it pequeños.

1 comentario:

Elena dijo...

a la edad de 15 años, en algún libro de texto, en el capítulo 4 debo tener apuntado el nombre del chico que me gustaba en ese momento. Otro nombre seguro aparece más adelante, claro, con su corazón pertinente....

Hoy no, los libros me gustan limpios, claros. Quizás poner el nombre... quizás.

Ayer mismo encontré mi firma de no sé que edad, en el diccionario que Paula empieza ahora a usar....¡que gracia me hizo ver mi letra de cría!.

Bss.