-Espero que te guste.
-No tenías que haberte molestado. Muchas gracias.
-Sabía que no tenías ninguno y pensé que alguna vez tenía que ser la primera.
-Me da cosa hasta tocarlo. No sé ni cómo cogerlo, no quiero romperlo.
-No te preocupes, es duro.
-El último que tuve en mis manos fue en el colegio. Ahora no sé ni cómo abrirlo.
-Mira, por el principio, ¿por dónde iba a ser?
-¡Coño! pero no tiene ni un solo dibujo.
-Claro es que es de bolsillo. Estoy en contra de las tapas duras.
-Muchas gracias de verdad, me hace ilusión tener un libro. Lo que no sé es dónde ponerlo...hum... ¿qué te parece si lo dejo encima de la tele?
-Fenómeno, así a lo mejor la radiación de ondas electromagnéticas del aparato te transmiten el contenido y te ahorras tener que leerlo.
-No, si no pensaba hacerlo, pero queda bien tener cultura en casa.
-De acuerdo, el próximo año, aunque me duela, te regalaré uno que te haga juego con el mobiliario. Aunque estoy pensando que quizás sea mejor preguntarte antes dónde lo pondrás y así buscarlo acorde a la decoración de la estancia que lo acoja.
5 comentarios:
te estás transformando en todo un escritor, ¿eh?. Sigamos con las críticas (constructivas). Hazlo más corto, y no pongas lo del libro hasta el final. O ni lo pongas, que se lee entre líneas. Me ha gustado mucho.
Lo que me ocurre es que los personajes se me rebelan, no les debo imponer la suficiente autoridad y al final hacen lo que quieren y se explayan lo que les apetece. Yo solo pongo el papel.
Muy bueno Edu, y tan real como la vida misma.
Sabi
suele pasar al principio...bueno, yo tardé décadas en dominarlos, bueno,más que dominarlos, amordazarlos, aunque no siempre estoy seguro de la eficacia del invento
HUBO UN TIeMPO QUE LA GENTE SE COMPRABA COLECCIONES que fueran a juego con el salón, incluso que solo eran las pastas, sin tripas, decoración total ¡qué cosas!
Larrey ha escrito sobre una librería y yo publicaré también sobre libros usados, esas cosas. PAQUITA -DOS BESOS, uno para Sabi-
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