SILEX

Alguna vez ya he comentado que en cuestiones de tecnología me encuentro en la prehistoria. Poco a poco vamos avanzando, el descubrimiento del blog ha sido muy importante y nos está permitiendo pasar de ser una comunidad migratoria a establecernos en estos lares del ciberespacio.
El caso es que ayer recogí de la tienda de fotografía el dvd con la grabación de mi boda. Ocho años hace. Su formato original era vhs pero como veis estamos abandonado el uso del silex. Viendo las imágenes reviví momentos muy bonitos e importantes. Me preocupé por mi mujer porque no pasan los años por ella, debe haber firmado algún pacto con alguien. Descubrí que hubo un tiempo en el que no tenía la coronilla de cura que hoy asoma incipiente, en el que las ojeras no eran perennes si no que aparecían solo los lunes. También ví a amigos con los que hace mucho tiempo que no hablo.
Sí, hoy aquí tocaba el día de la nostalgia y mañana Adrián y Adriana en el Trastero de la Imaginación (recomiendo su lectura, esta pareja son fotocopia de la realidad). Pero no quiero que la tristeza nos invada. Cualquier tiempo pasado ya sucedió y prefiero mojar los recuerdos en un vaso de optimismo on the rocks.
El domingo estuve en mi anterior barrio y me crucé con un ex compañero de mi antiquísimo equipo de fútbol. También me encontré con una familia amiga, Lumi y compañía. Por eso me gustaría montar una cita de viejos amigos para contarnos qué tal nos va, saber de todos y ver lo enormes que están nuestros hijos. Así que desde esta modesta tarima te emplazo amigo lector a un botellón en un parque. Como cuando éramos menos sabios. Rubén llevará los bongos, Irene la guitarra y Rodrigo hará los coros con su llanto. Alejandra pondrá los gusanitos y su especialidad, los aspitos. De la bebida que se ocupa el mayor, Dani, lo mismo da que los actimeles sean de fresa o naturales.
En el tobogán del seven eleven os veo.