GRAN HERMANO II

Sobre este tema ya escribí en Febrero (ver GRAN HERMANO) pero no puedo evitar volver a hacerlo.

103 personas han perdido la vida en unos 82 accidentes mortales entre las 15 horas del pasado viernes 30 de marzo y las 20.00 de este lunes.

Este es el problema más grave que tiene la sociedad española. Ni el terrorismo, ni el paro, ni la vivienda, la carretera genera anualmente más muertos que graves enfermedades cancerígenas. Y lo más preocupante es que nos hemos acostumbrado. Todos los lunes escuchamos la cifra fallecidos del fin de semana anterior y ni nos inmutamos, parece que es un precio que hemos decidido pagar sin protestar.

Y estoy acojonado, sí acojonado. Tengo miedo. Todavía no me ha tocado de cerca un accidente grave pero tengo bastante familia, bastantes amigos y las matemáticas son una ciencia exácta.

¿Soluciones? Pues la primera y más importante, la EDUCACIÓN. Ni religión ni educación para la ciudadanía, que sea obligatoria la educación vial en todos los colegios. Luego cuando llegue el momento de las autoescuelas, mejorar la enseñanza, tanto teórica como práctica. No se trata de aprobar un examen, es aprender a manejar el coche y a circular.

Mientras tanto, en el corto plazo, se me ocurren las siguientes medidas:

Mejorar el carnet por puntos de tal manera que no puedas descargar la sanción en
otra persona, por ejemplo parando a los infractores

Incrementar el dinero destinado a la mejora de las carreteras, eliminando los
puntos negros (según el RACE de los cinco tramos más peligrosos en 2006, un año
después cuatro de ellos no han sido modificados)

Incrementar el número de efectivos de la Guardia Civil de Tráfico (no hay nada
que haga conducir mejor a un conductor que ver a un guardia civil en la
carretera, según dicen desde la CEA)

Incrementar la presencia de radares en las carreteras convencionales de doble
sentido que son las que acumulan mayor cantidad de fallecidos (hasta el pasado
12 de marzo no se había instalado ningún radar fuera de las vías principales de
comunicación)

Incrementar las ayudas, reduciendo los impuestos, para la renovación del parque
automovilístico

Modificar la legislación para que los jueces tomen las infracciones muy graves
de tráfico como delitos y consecuentemente se incrementen las sanciones.

Seguro que me dejo alguna propuesta en el tintero pero de lo que estoy convencido es de que todas estas medidas no se deben aplicar en orden, sino todas a la vez y destinando un porcentaje muy elevado de los presupuestos generales del estado a llevarlas a cabo.

Yo al pronto tengo viaje en 18 días, el puente de mayo. Lo haré de noche que no me gusta juntarme con la gente y a rezar lo que me enseñaron los escolapios, con el culo prieto y los ojitos bien abiertos.